jueves, 3 de noviembre de 2016

Voy a ponerme nostálgica.

Saludos, humanos que habéis decidido entrar en el blog a leer mis evaluaciones.

El título se debe a que hoy querría evaluar la mítica Microsoft Encarta, por lo menos la mayoría de jóvenes de finales de los noventa en España, antes de tener Internet, hemos utilizado esta herramienta -yo, sobre todo cuando era una niña-.
Último modelo de  Microsoft Encarta en formato CD
Incluía unos 43.000 artículos la versión en español. Además de las entradas como una enciclopedia, se complementaba la información con archivos de imagen, vídeo, sonido... E incluso, como apoyo a su información: elementos interactivos, líneas de tiempo, mapas, etc. La enciclopedia estaba disponible en formato DVD-ROM, CD-ROMs y también tenía disponibilidad limitada en línea -teniendo que suscribirse y pagar una cuantía anual- dónde también aparecía publicidad.
En marzo de 2011, Microsoft anunció la cancelación de la Encarta (tanto sus productos, como la página web). Los sitios web para todas las versiones localizadas de MSN Encarta fueron cerrados en 2009, excepto las versiones inglesa y francesa que se cerraron dos años después.

Se trataba de una enciclopedia para el ordenador, por lo que estábamos delante de un software privativo -y de pago- de la compañía Microsoft, la cual se hizo con los derechos de otras enciclopedias de carácter físico. Su descatalogación se dio a raíz de que otros medios de recursos online -y gratuitos- les hicieron competencia, por lo que se canceló el producto. Uno de esos recursos de la competencia fue la famosa Wikipedia.

Se trata, actualmente, de un recurso didáctico obsoleto por la afluencia y progreso ininterrumpido de la tecnología. Poco a poco los recursos físicos han ido cayendo en el olvido gracias a la innovación de tener la información en Internet y de una forma fácilmente accesible. 
Las Microsoft Encartas se podían utilizar de manera intuitiva, ya que se trataba de enciclopedias dentro del ordenador, en las que podías buscar el término del que necesitases saber y con un simple click, acceder a él, y con una interfaz que hasta los niños -como yo en su tiempo- sabían y podían usarla -si la tenían, claro-. 
Presentaba una distribución, monótona y rutinaria, siendo tediosa y aburrida en ocasiones, pero su facilidad de uso, los medios interactivos y multimedia, y la rapidez que podía presentar de cara a no tener a mano una enciclopedia física, o tenerla y lo que suponía tener que gastar tiempo en encontrar lo que buscabas, o no tenías acceso a Internet. Se trataba de un programa que permitía un trabajo individualizado, tanto para adultos como, los ya nombrados, niños.
Una característica positiva es que no podían encontrarse materiales poco apropiados para menores con la sencillez que se da en la red; con Internet, en cualquier momento, te sale algún mensaje emergente o publicidad de todo tipo de cosas, cosas que un menor no debería ver o que pueden confundirle -como pornografía o estafas-.De todas formas, sus artículos podían ser actualizados por Internet durante un año, teniendo que conseguir la siguiente versión después de este tiempo.

En definitiva, fue un buen recurso y, los que tuvimos la oportunidad, le dimos uso -yo lo usé muchísimo, invertí mucho tiempo en la que tenía en casa, sobre todo para trabajos de clase-, y aunque fuera un buen material, el mundo de la información avanza y con él, tenemos que actualizarnos nosotros, así que podríamos decir que fue un placer, pero ya se acabó su momento.

Hasta el próximo post, queridos lectores.

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